Receta de té de cebolla para la tos

Cebolla: Una cebolla mediana, cortada en rodajas, es el ingrediente principal que aporta propiedades medicinales al té.

Agua: Necesitarás agua para hervir las rodajas de cebolla y extraer sus beneficios.

Miel: Opcional, pero puede añadir dulzura y propiedades calmantes adicionales al té.

Para obtener un sabor más suave y menos intenso, puedes caramelizar ligeramente las rodajas de cebolla antes de añadirlas al agua. Simplemente cocina las cebollas en una sartén con un poco de aceite de oliva a fuego medio hasta que estén doradas, luego sigue con el resto de la receta.

• cebolla - Sustituir con ajo: El ajo también tiene propiedades antibacterianas y puede ayudar a aliviar la tos.

• cebolla - Sustituir con jengibre: El jengibre es conocido por sus propiedades antiinflamatorias y puede ser eficaz para calmar la garganta.

• agua - Sustituir con té de hierbas: Un té de hierbas como la manzanilla o el tomillo puede potenciar los efectos calmantes y medicinales.

• agua - Sustituir con caldo de pollo: El caldo de pollo caliente puede ayudar a aliviar la congestión y proporcionar nutrientes adicionales.

• miel - Sustituir con jarabe de arce: El jarabe de arce también tiene propiedades calmantes y puede ser una alternativa dulce y natural.

• miel - Sustituir con melaza: La melaza es rica en nutrientes y puede ofrecer un sabor dulce similar al de la miel.

• Deja que el té de cebolla se enfríe a temperatura ambiente antes de almacenarlo. Esto evitará la condensación y la formación de bacterias.

• Una vez frío, vierte el té de cebolla en un recipiente hermético. Los frascos de vidrio con tapa son ideales, pero también puedes usar recipientes de plástico aptos para alimentos.

• Guarda el té de cebolla en el refrigerador. Puede mantenerse fresco y seguro para consumir durante 3 a 4 días.

• Si deseas conservarlo por más tiempo, puedes congelarlo. Vierte el té de cebolla en bandejas de cubitos de hielo para porciones individuales. Una vez congelados, transfiere los cubitos a una bolsa de congelación con cierre hermético.

• Etiqueta la bolsa con la fecha de preparación para llevar un control del tiempo de almacenamiento. El té de cebolla congelado puede durar hasta 3 meses.

• Para descongelar, simplemente coloca los cubitos en una taza y caliéntalos en el microondas o en una olla a fuego lento hasta que estén completamente líquidos y calientes.

• Si prefieres no usar el microondas, puedes dejar que los cubitos se descongelen en el refrigerador durante la noche y luego calentar el té de cebolla en la estufa.

• Recuerda siempre revisar el olor y el sabor del té de cebolla antes de consumirlo, especialmente si ha estado almacenado por varios días. Si notas algún cambio extraño, es mejor desecharlo.

• Calienta el té de cebolla en una olla pequeña a fuego medio. Remueve ocasionalmente para evitar que se pegue al fondo y asegúrate de que no hierva. Una vez caliente, sírvelo en una taza.

• Utiliza el microondas para una opción rápida. Vierte el té de cebolla en una taza apta para microondas y caliéntalo en intervalos de 30 segundos, removiendo entre cada intervalo hasta que alcance la temperatura deseada.

• Si prefieres un método más suave, coloca la taza de té de cebolla en un baño maría. Llena una olla con agua caliente y coloca la taza dentro, asegurándote de que el agua no entre en la taza. Calienta a fuego lento hasta que el té esté caliente.

• Para una opción más tradicional, puedes recalentar el té de cebolla en una tetera. Vierte el té en la tetera y caliéntalo a fuego lento, removiendo ocasionalmente hasta que esté caliente.

• Olla: Para hervir las rodajas de cebolla con agua.

• Cuchillo: Para cortar la cebolla en rodajas.

• Tabla de cortar: Para tener una superficie segura donde cortar la cebolla.

• Colador: Para colar el líquido y separar las rodajas de cebolla.

• Cuchara: Para añadir la miel al té si lo deseas.

• Tazas medidoras: Para medir las dos tazas de agua.

• Taza: Para servir el té caliente.

Prepara los ingredientes con anticipación: Corta la cebolla y mide el agua antes de comenzar.

Usa una olla pequeña: Esto permite que el agua hierva más rápido.

Cubre la olla: Ayuda a que el agua alcance el punto de ebullición más rápido.

Utiliza un colador fino: Facilita el proceso de colar el té de cebolla sin dejar residuos.

Añade miel directamente en la taza: Así evitas ensuciar más utensilios.