Receta de Pizza con Costra de Pollo Keto

Pechuga de pollo molida: Carne de pollo molida, ideal para formar la base de la pizza.

Huevo: Ayuda a unir la mezcla de pollo y otros ingredientes.

Queso parmesano rallado: Añade sabor y ayuda a dar estructura a la costra.

Ajo en polvo: Proporciona un toque de sabor a ajo sin la necesidad de picar ajo fresco.

Orégano seco: Añade un sabor herbáceo clásico a la pizza.

Salsa de tomate: Base tradicional para la pizza, aporta humedad y sabor.

Queso mozzarella rallado: Se derrite perfectamente, creando una capa de queso deliciosa.

Pepperoni: Embutido que añade un sabor picante y salado a la pizza.

Para obtener una costra de pollo más crujiente, asegúrate de escurrir bien cualquier exceso de líquido de la pechuga de pollo molida antes de mezclarla con los otros ingredientes. Además, puedes colocar una hoja de papel pergamino encima de la mezcla de pollo y presionar con un rodillo para lograr una capa uniforme y delgada. Esto ayudará a que la costra se cocine de manera más uniforme y adquiera una textura más firme.

• pechuga de pollo molida - Sustituir con carne de pavo molida: La carne de pavo molida es una opción magra y baja en carbohidratos que se adapta bien a una dieta keto.

• huevo - Sustituir con semillas de chía mezcladas con agua: Mezclar 1 cucharada de semillas de chía con 3 cucharadas de agua y dejar reposar hasta que se forme un gel. Esto actúa como un aglutinante similar al huevo.

• queso parmesano rallado - Sustituir con queso pecorino rallado: El queso pecorino tiene un sabor fuerte y salado similar al parmesano, lo que lo convierte en un buen sustituto.

• ajo en polvo - Sustituir con ajo fresco picado: El ajo fresco tiene un sabor más intenso y puede proporcionar un perfil de sabor más robusto.

• orégano seco - Sustituir con albahaca seca: La albahaca seca ofrece un sabor aromático y ligeramente dulce que complementa bien los ingredientes de la pizza.

• salsa de tomate - Sustituir con pesto de albahaca: El pesto de albahaca es bajo en carbohidratos y añade un sabor fresco y herbáceo a la pizza.

• queso mozzarella rallado - Sustituir con queso cheddar rallado: El queso cheddar tiene un sabor más fuerte y se derrite bien, lo que lo convierte en una buena alternativa.

• pepperoni - Sustituir con salchicha italiana: La salchicha italiana, especialmente la versión picante, puede ofrecer un sabor similar y es compatible con una dieta keto.

• orégano seco - Sustituir con tomillo seco: El tomillo seco tiene un sabor terroso y ligeramente mentolado que puede complementar bien los otros ingredientes.

• Deja que la pizza se enfríe completamente a temperatura ambiente antes de almacenarla. Esto evitará que la humedad se acumule y arruine la textura de la costra de pollo.

• Corta la pizza en porciones individuales para facilitar el almacenamiento y el recalentamiento posterior.

• Coloca las porciones en un recipiente hermético o envuélvelas individualmente con papel film o papel de aluminio. Asegúrate de que estén bien selladas para evitar la entrada de aire.

• Si planeas consumir la pizza dentro de los próximos 3-4 días, guárdala en el refrigerador. De lo contrario, es mejor congelarla para una conservación más prolongada.

• Para congelar, coloca las porciones envueltas en una bandeja y congélalas durante aproximadamente 1-2 horas, o hasta que estén firmes. Luego, transfiérelas a una bolsa de congelación con cierre hermético, eliminando la mayor cantidad de aire posible antes de sellar.

• Etiqueta la bolsa con la fecha de congelación para llevar un control del tiempo de almacenamiento. La pizza puede mantenerse en el congelador hasta por 2-3 meses.

• Para recalentar, si está refrigerada, puedes usar el microondas durante 1-2 minutos o hasta que esté caliente. Si está congelada, es mejor dejarla descongelar en el refrigerador durante la noche antes de recalentarla.

• También puedes recalentar la pizza en el horno a 180°C (350°F) durante 10-15 minutos, o hasta que el queso esté derretido y burbujeante y la costra de pollo esté caliente.

• Si prefieres una costra más crujiente, puedes recalentarla en una sartén antiadherente a fuego medio durante unos minutos, cubriéndola con una tapa para que el queso se derrita uniformemente.

• Horno: Precalienta el horno a 180°C (350°F). Coloca la pizza en una bandeja para hornear y cúbrela ligeramente con papel aluminio para evitar que se seque. Caliéntala durante 10-15 minutos o hasta que el queso esté burbujeante y la costra de pollo esté caliente.

• Sartén: Calienta una sartén grande a fuego medio. Coloca la pizza en la sartén y cúbrela con una tapa. Cocina durante 5-7 minutos o hasta que el queso mozzarella esté derretido y la costra de pollo esté caliente. Este método ayuda a mantener la costra crujiente.

• Microondas: Coloca la pizza en un plato apto para microondas. Caliéntala a potencia media durante 1-2 minutos, revisando cada 30 segundos para evitar que se sobrecaliente. Este método es rápido, pero puede hacer que la costra pierda su textura crujiente.

• Freidora de aire: Precalienta la freidora de aire a 160°C (320°F). Coloca la pizza en la cesta y caliéntala durante 3-5 minutos o hasta que el queso parmesano esté derretido y la costra de pollo esté caliente. Este método es excelente para mantener la textura crujiente de la costra.

• Parrilla: Precalienta la parrilla a fuego medio. Coloca la pizza en una bandeja para parrilla y caliéntala durante 5-7 minutos, cubriéndola con una tapa o papel aluminio para asegurar que se caliente uniformemente. Este método le da un toque ahumado adicional a la pizza.

• Horno: Para precalentar a 200°C (400°F) y hornear la costra de pollo y la pizza.

• Bol: Para mezclar la pechuga de pollo molida, el huevo, el queso parmesano, el ajo en polvo y el orégano seco.

• Bandeja para hornear: Para extender la mezcla de pollo y formar la costra.

• Papel pergamino: Para forrar la bandeja y evitar que la costra de pollo se pegue.

• Espátula: Para extender la mezcla de pollo de manera uniforme sobre la bandeja.

• Cuchara: Para añadir la salsa de tomate sobre la costra de pollo.

• Rallador: Para rallar el queso mozzarella si no está previamente rallado.

• Cuchillo: Para cortar el pepperoni si no está previamente en rodajas.

• Guantes de cocina: Para proteger tus manos al sacar la bandeja del horno.

• Tabla de cortar: Para cortar el pepperoni si es necesario.

• Rejilla para enfriar: Para dejar enfriar la pizza un poco antes de servir.

Prepara los ingredientes con anticipación: Mide y ten listos todos los ingredientes antes de comenzar a cocinar para agilizar el proceso.

Usa pollo molido comprado: Ahorra tiempo comprando pollo molido en lugar de molerlo tú mismo.

Utiliza papel pergamino: Facilita la limpieza y evita que la costra de pollo se pegue a la bandeja.

Compra salsa de tomate prehecha: Opta por una buena salsa de tomate ya preparada para reducir el tiempo de preparación.

Ralla el queso con antelación: Ten el queso mozzarella y el queso parmesano rallados antes de empezar para ahorrar tiempo.