Receta de Batido de Plátano y Mantequilla de Cacahuate

Plátano: Fruta madura que aporta dulzura natural y una textura cremosa al batido.

Mantequilla de cacahuate: Producto para untar hecho de cacahuates, añade un sabor salado y una buena cantidad de proteínas.

Leche de almendra: Alternativa a la leche de vaca, es ligera y tiene un sabor suave a nuez.

Miel: Endulzante natural opcional que puede añadir un toque extra de dulzura.

Para obtener un batido más cremoso, congela los plátanos antes de usarlos. Esto no solo mejorará la textura, sino que también hará que el batido esté más frío y refrescante sin necesidad de añadir hielo, lo cual podría diluir el sabor.

• plátano - Sustituir con mango: El mango proporciona una textura cremosa similar y un sabor dulce que complementa bien la mantequilla de cacahuate.

• mantequilla de cacahuate - Sustituir con mantequilla de almendra: La mantequilla de almendra tiene un perfil de sabor similar y es una excelente alternativa para aquellos que buscan una opción diferente o tienen alergia al cacahuate.

• leche de almendra - Sustituir con leche de coco: La leche de coco añade una cremosidad extra y un toque tropical que combina bien con los sabores de plátano y mantequilla de cacahuate.

• miel - Sustituir con jarabe de arce: El jarabe de arce ofrece una dulzura natural similar y un sabor único que puede enriquecer el batido.

• Para almacenar el batido de plátano y mantequilla de cacahuate, vierte la mezcla en un recipiente hermético.
• Guarda el recipiente en el refrigerador. El batido se mantendrá fresco por hasta 2 días.
• Si prefieres congelarlo, vierte el batido en moldes para paletas o en bolsas de congelación.
• Asegúrate de dejar un poco de espacio en los moldes o bolsas, ya que el líquido se expandirá al congelarse.
• Para descongelar, coloca el batido en el refrigerador la noche anterior o déjalo a temperatura ambiente durante unos 30 minutos.
• Si el batido se separa después de descongelarlo, simplemente vuelve a licuarlo para recuperar su textura cremosa.
• Puedes añadir un poco de leche de almendra extra al licuar nuevamente para ajustar la consistencia.
• Si decides hacer paletas, simplemente disfruta de un delicioso y refrescante snack congelado.

• Batido de Plátano y Mantequilla de Cacahuate no se recalienta de la misma manera que una sopa o un guiso, pero aquí tienes algunas sugerencias para disfrutarlo al máximo si te sobra:
  • Refrigeración: Guarda el batido en un recipiente hermético en el refrigerador. Antes de consumirlo, agítalo bien para mezclar los ingredientes que puedan haberse separado.
  • Añadir hielo: Si prefieres una textura más fresca, añade unos cubos de hielo al batido antes de beberlo. Esto también puede ayudar a espesarlo si ha perdido consistencia.
  • Mezclar nuevamente: Si notas que el batido ha perdido su textura cremosa, puedes volver a licuarlo por unos segundos. Esto ayudará a reincorporar todos los ingredientes.
  • Agregar más leche de almendra: Si el batido se ha espesado demasiado en el refrigerador, añade un poco más de leche de almendra y mezcla bien.
  • Endulzar al gusto: Si el batido ha perdido algo de su dulzura, puedes añadir un poco más de miel o incluso un toque de jarabe de arce antes de consumirlo.

• Licuadora: Para mezclar todos los ingredientes hasta obtener una mezcla homogénea.

• Cuchillo: Para pelar y cortar los plátanos.

• Cuchara: Para medir y agregar la mantequilla de cacahuate y la miel.

• Taza medidora: Para medir la cantidad exacta de leche de almendra.

• Vaso: Para servir el batido una vez que esté listo.

Prepara los ingredientes con anticipación: Pela y corta los plátanos la noche anterior y guárdalos en el congelador para un batido más cremoso.

Usa una licuadora potente: Una buena licuadora puede mezclar los ingredientes más rápido y de manera más homogénea.

Mide los ingredientes previamente: Tener las cucharadas de mantequilla de cacahuate y la taza de leche de almendra listas acelera el proceso.

Añade la miel al final: Si decides usar miel, agrégala al final para ajustar el dulzor a tu gusto sin necesidad de volver a licuar.