Receta de Galletas Angelicales

Mantequilla: La mantequilla debe estar suavizada para facilitar la mezcla con el azúcar y lograr una textura cremosa.

Azúcar: El azúcar granulada añade dulzura y ayuda a crear una textura ligera y esponjosa.

Huevos: Los huevos grandes actúan como aglutinantes y aportan humedad a la masa.

Extracto de vainilla: Añade un sabor cálido y dulce que complementa perfectamente la mantequilla y el azúcar.

Harina de trigo: La harina todo uso proporciona la estructura básica de las galletas.

Polvo de hornear: Ayuda a que las galletas suban y se vuelvan esponjosas.

Sal: Realza los sabores y equilibra la dulzura de las galletas.

Para obtener una textura más ligera y aireada en tus galletas, asegúrate de que la mantequilla esté completamente ablandada antes de comenzar a mezclarla con el azúcar. Esto permitirá que se incorpore más aire en la mezcla, resultando en una masa más esponjosa. Además, tamiza la harina junto con el polvo de hornear y la sal para evitar grumos y asegurar una distribución uniforme de los ingredientes secos.

• 1 cup softened butter - Sustituir con 1 cup coconut oil: El aceite de coco proporciona una textura similar y un sabor ligeramente dulce que complementa bien las galletas.

• 1 cup softened butter - Sustituir con 1 cup margarine: La margarina es una alternativa común a la mantequilla y funciona bien en la mayoría de las recetas de galletas.

• 1 cup sugar - Sustituir con 1 cup coconut sugar: El azúcar de coco tiene un índice glucémico más bajo y añade un sabor a caramelo que puede enriquecer las galletas.

• 1 cup sugar - Sustituir con 1 cup honey: La miel es un edulcorante natural que puede hacer que las galletas sean más húmedas y añadir un sabor único.

• 2 units large eggs - Sustituir con ½ cup unsweetened applesauce: El puré de manzana sin azúcar puede actuar como aglutinante y añadir humedad a las galletas.

• 2 units large eggs - Sustituir con 2 tablespoon ground flaxseed mixed with 6 tablespoon water: La mezcla de linaza y agua es una excelente alternativa vegana que imita la función de los huevos.

• 1 teaspoon vanilla extract - Sustituir con 1 teaspoon almond extract: El extracto de almendra ofrece un sabor diferente pero igualmente delicioso que puede dar un toque especial a las galletas.

• 1 teaspoon vanilla extract - Sustituir con 1 teaspoon maple syrup: El jarabe de arce puede añadir un sabor dulce y complejo a las galletas.

• 2 cups all-purpose flour - Sustituir con 2 cups whole wheat flour: La harina de trigo integral añade más fibra y nutrientes, aunque puede hacer que las galletas sean un poco más densas.

• 2 cups all-purpose flour - Sustituir con 2 cups gluten-free flour blend: Una mezcla de harina sin gluten es ideal para aquellos con intolerancia al gluten y puede funcionar bien en la mayoría de las recetas de galletas.

• 1 teaspoon baking powder - Sustituir con ¼ teaspoon baking soda + ½ teaspoon cream of tartar: Esta combinación puede actuar como un agente leudante similar al polvo de hornear.

• 1 teaspoon baking powder - Sustituir con 1 teaspoon yeast: La levadura puede ser una alternativa, aunque cambiará la textura y el sabor de las galletas.

• ½ teaspoon salt - Sustituir con ½ teaspoon sea salt: La sal marina puede ofrecer un sabor más complejo y mineral que la sal de mesa común.

• ½ teaspoon salt - Sustituir con ½ teaspoon kosher salt: La sal kosher tiene una textura más gruesa y puede distribuirse de manera diferente en la masa, pero funciona bien como sustituto.

• Para mantener las galletas frescas, guárdalas en un recipiente hermético a temperatura ambiente. Esto ayudará a preservar su textura y sabor por hasta una semana.

• Si prefieres congelar las galletas, colócalas en una sola capa sobre una bandeja para hornear y mételas en el congelador hasta que estén completamente congeladas. Luego, transfiérelas a una bolsa de congelación con cierre hermético. De esta manera, evitarás que se peguen entre sí.

• Para descongelar las galletas, simplemente sácalas del congelador y déjalas a temperatura ambiente durante unos 15-20 minutos. Si prefieres una textura más crujiente, puedes calentarlas en el horno a baja temperatura durante unos minutos.

• Si decides congelar la masa en lugar de las galletas horneadas, forma bolas de masa y colócalas en una bandeja para hornear. Congélalas hasta que estén firmes y luego transfiérelas a una bolsa de congelación. Cuando estés listo para hornear, simplemente coloca las bolas de masa congelada en una bandeja para hornear y añade un par de minutos al tiempo de cocción.

• Para un toque adicional de frescura, puedes añadir una rodaja de manzana o una rebanada de pan en el recipiente hermético junto con las galletas. Esto ayudará a mantenerlas suaves y evitará que se sequen.

• Si deseas regalar las galletas, envuélvelas individualmente en papel celofán o colócalas en una caja decorativa. Asegúrate de incluir una nota con la fecha de horneado para que el destinatario sepa cuánto tiempo se mantendrán frescas.

• Para un almacenamiento a largo plazo, puedes utilizar un sellador al vacío para eliminar el aire del recipiente o bolsa de almacenamiento. Esto prolongará la frescura de las galletas por varios meses.

• Precalienta el horno a 150°C (300°F). Coloca las galletas en una bandeja para hornear y cúbrelas ligeramente con papel de aluminio para evitar que se sequen. Caliéntalas durante 5-10 minutos o hasta que estén tibias.

• Si prefieres usar el microondas, coloca las galletas en un plato apto para microondas. Cúbrelas con una toalla de papel húmeda para mantener la humedad. Caliéntalas a potencia media durante 10-20 segundos, revisando cada 10 segundos para evitar que se calienten demasiado.

• También puedes usar una sartén antiadherente a fuego bajo. Coloca las galletas en la sartén y cúbrelas con una tapa. Caliéntalas durante 2-3 minutos, girándolas a la mitad del tiempo para asegurar un calentamiento uniforme.

• Para una opción más rápida, utiliza una tostadora con bandeja. Coloca las galletas en la bandeja y tuéstalas a baja temperatura durante 1-2 minutos, vigilando de cerca para evitar que se quemen.

• Horno: Para precalentar a 180°C (350°F) y hornear las galletas.

• Bandeja para hornear: Para colocar las galletas y hornearlas.

• Papel pergamino: Para forrar la bandeja y evitar que las galletas se peguen.

• Bol para mezclar: Para cremar la mantequilla y el azúcar, y mezclar los demás ingredientes.

• Batidora eléctrica: Para batir la mantequilla y el azúcar hasta que estén ligeros y esponjosos, y para mezclar los huevos y la vainilla.

• Cucharas medidoras: Para medir con precisión los ingredientes como la vainilla, el polvo de hornear y la sal.

• Tazas medidoras: Para medir la mantequilla, el azúcar y la harina.

• Cucharas para galletas: Para dejar caer porciones de masa en la bandeja para hornear.

• Rejillas de enfriamiento: Para enfriar las galletas después de hornearlas.

Prepara todos los ingredientes con anticipación: Tener mantequilla, azúcar, huevos, y harina medidos y listos antes de comenzar ahorra tiempo.

Usa una batidora eléctrica: Mezclar la mantequilla y el azúcar con una batidora eléctrica es más rápido y eficiente.

Refrigera la masa: Enfría la masa durante 15 minutos antes de hornear para que sea más fácil de manejar y forme mejores galletas.

Hornea en lotes grandes: Coloca varias galletas en una bandeja grande para hornear más de una vez y ahorrar tiempo.

Usa una cuchara para helado: Utiliza una cuchara para helado para obtener porciones uniformes de masa rápidamente.